"Mi compañera tenía muchos amigos y a aquellos que estaban de viaje les pedía la casa prestada. Así vivimos en esa época en tres casas distintas. En una estuvimos apenas un mes, pero había un pequeño telar manual y allí le tejió esta bufanda a mi hijo.

Mi compañera murió en 1976 y cuando mi hijo se exilió se la llevó. Un día, sabiendo lo que podía importarme, me la trajo"

* Testimonio registrado por Memoria Abierta el 27 de julio de 2010. El testimoniante prefirió mantener su nombre en reserva.