"Cuando vino la Organizacion de los Estados Americanos (OEA), en 1979, habia hecho un informe que no dejaban entrar al pais. Sin embargo, Emilio Mignone logro que entrara uno y desde el CELS, que recien empezaba y funcionaba en un departamento de un ambiente en la calle Viamonte, pensamos que habia que hacerlo publico. Entonces, con Noemi Labrune cortamos las hojas del original y nos distribuimos: dos hojas de adelante, dos de atras, dos del medio y nos arreglamos para hacer 200 copias. Era un momento donde no habia muchas fotocopiadoras, entonces habia que ir a un lugar y despues no volver, ir a otro, etc.

Recuerdo que un dia llego Noemi un poco alterada y conto que habia dejado a hacer fotocopias en un lugar que cuando volvio le tiraron las hojas y le dijeron: "vayase, esto es subversivo, usted es una subversiva. Yo no la delato porque no quiero, pero si vuelve a pasar por aca, lo voy a hacer". A mi tambien me pasaron cosas asi. Una vez habia llevado para hacer fotocopias cerca de Primera Junta y las fui a buscar con bastante prevencion. Los muchachos que hicieron las fotocopias me dijeron: "¿No me puede traer las hojas que faltan porque esto es muy interesante, muy importante?". Entonces yo le respondi: "Ay, no se, yo trabajo en un estudio juridico, no se de que se trata. Tengo que preguntar". Y los chicos me dijeron: "usted digale al abogado que le de las otras hojas y nosotros hacemos las copias y cualquier trabajo a un precio especial". Yo por las dudas me tome un taxi y me volvi a la oficina. Tambien me acuerdo que las ultimas que faltaban las fui a hacer a una fotocopiadora que estaba en la calle Uruguay, en la parte de atras de Tribunales, y no me dijeron nada. Pague y me vine con las fotocopias.

Para armar los juegos esperamos a un dia sabado, porque como la oficina estaba en un lugar centrico, los sabados ahi no habia nadie. Teniamos todas las hojas separadas por numeros. Teniamos una mesa grande y las hojas. Entonces agarrabamos: hoja uno, dos, tres. Las madres que me acuerdo que estuvimos armando el informe eran Maria del Rosario Cerruti, ?ida Galletti, Noemi Labrune, otra mas que no puedo recordar y yo. Luis Zamora con esas maquinas celestitas y grandotas hacia los agujeros en las hojas. Pero cuando tuvimos un alto enorme de hojas nos dimos cuenta de que no teniamos como abrocharlas. Ahi yo, de casualidad, tenia en la cartera unos broches de esos que se usan para colgar las cortinas en el bano y probamos con eso. Resulto que servia, asi que fuimos y compramos ganchos para la cortina de la banera y juntamos todas las copias con broches.

Los informes nos quedamos uno cada uno de los que participamos en el armado de estos (el mio luego lo cedi al archivo del CELS) y el resto lo repartimos a los abogados. Yo me acuerdo que le lleve a Monner Sans y otros tantos. Noemi Labrune, Luis Zamora, Marcelo Parrilli, Cristina Caiati tambien repartieron.

Un tiempo despues,  cuando era un poco menos complicado, Emilio Mignone y un pastor que integraba la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) hicieron entrar dos mil ejemplares mas del informe(ver objeto "Informe de la CIDH ingresado clandestinamente a la Argentina").

*Testimonio de Carmen Aguiar de Lapaco registrado el 16-04-2010. Al momento de la entrevista, Carmen es miembro de Madres de Plaza de Mayo Linea Fundadora, del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y de la Comision Directiva de Memoria Abierta.