La Asociación de familiares de desaparecidos judíos comenzó a funcionar en 1998.
Las primeras acciones que realizó buscaban instalar el tema en la opinión pública israelí (cartas de lectores, entrevistas a diputados, etc.).
En agosto de 2000, Naomi Blumenthal, diputada del parlamento israelí, visitó Chile y la invitamos a conocer Buenos Aires: se reunió con las Abuelas y aunque no estaba al tanto de nuestra historia, se comprometió y salió a la calle con un pañuelo de las madres en su cabeza.
Blumenthal regresó a Israel y consiguió que el Parlamento aprobara la creación de una Comisión Israelí por los Desaparecidos Judíos en Argentina.
La Comisión tomó testimonios en Israel, Europa y Argentina y emitió un informe con recomendaciones para fortalecer el interés de los jóvenes y funcionarios públicos israelíes en las comunidades judías del exterior. También trabajó en la realización de un bosque en Israel en homenaje a las víctimas del terrorismo de Estado. El mismo se inauguró en septiembre de 2003 y fuimos invitados por el gobierno a participar.
En diciembre de 2004, la AMIA organizó un homenaje a los desaparecidos judíos. El acto contó con la presencia del Presidente de la Nación, Néstor Kirchner, la entonces senadora Cristina Fernández, el Gobernador de la Ciudad de Buenos Aires, Aníbal Ibarra, y miembros del gabinete. Durante el homenaje se descubrió un altorrelieve de bronce denominado "Ellos están", de la artista judía y Madre de Plaza de Mayo, Sara Brodsky.
Cuando Memoria Abierta inauguró los primeros montes del Paseo quisimos sumarnos a la iniciativa para homenajear a nuestros 1.900 desaparecidos y a los 30.000.
Durante la inauguración del monte en homenaje a los desaparecidos judíos (07/10/2006) se descubrió un busto con la inscripción "Un hijo, todos los hijos". La escultura fue realizada por la Sra. Brodsky quien se inspiró en la imagen de su hijo Fernando, desaparecido en la ESMA el 14 de agosto de 1979.