Ser periodista bajo el culto del miedo y la muerte
 
  Capítulo 4 (Presentación)  
 


Este material fue producido en 1999 por The Freedom Forum y por Un Ojo Avizor en los Medios.

El cuarto y último capítulo de Ser periodista bajo el culto del terror y la muerte abarca los sucesos que tuvieron lugar entre 1982 y 1983, entre la Guerra de Malvinas y el retorno a la democracia. Incluye testimonios tomados en 1999 y artículos publicados en 1982 que permiten comprender cuán importantes son el rol de los medios masivos de comunicación y las libertades de expresión y de prensa para garantizar el funcionamiento de las instituciones democráticas y promover la participación ciudadana.

Contexto:
Hacia 1982 la dictadura militar atravesaba una profunda crisis de legitimidad. Con la intención de postergar el final del régimen y de ganar popularidad ante una sociedad visiblemente disconforme, la Junta Militar decidió invocar al sentimiento nacionalista y el 2 de abril de 1982 realizó el desembarco argentino en las islas Malvinas.

El amplio entusiasmo generado por la "recuperación de las islas Malvinas" obedecía a que este territorio, ocupado por Gran Bretaña desde 1833, constituía una antigua reivindicación para distintas corrientes políticas y sectores sociales. La "recuperación" de Malvinas ofrecía la posibilidad de modificar la agenda política y de ganar apoyo popular.

La población asumió el conflicto con un tono triunfalista que tuvo su primer contraste trágico el 2 de mayo de 1982. Ese día, un submarino británico atacó al crucero General Belgrano provocando su hundimiento y la muerte de 323 de sus tripulantes. Comenzaba a verse así la verdadera cara de la guerra. La censura y la colaboración de medios y periodistas impidieron, sin embargo, un cabal conocimiento del desarrollo de los acontecimientos bélicos. Cuando el 14 de junio de 1982 se produjo la rendición, el estupor primero y la indignación después, fueron muy profundos.

La guerra dejó un saldo de 648 soldados argentinos muertos y más de mil heridos. A medida que los conscriptos regresaban al territorio continental, contaban los malos tratos y padecimientos sufridos en las Islas. Estos relatos aumentaron la sensación de estafa e indignación contra las Fuerzas Armadas. La primera consecuencia de la derrota argentina en la guerra fue la renuncia del general Leopoldo Fortunato Galtieri y su reemplazo por el general Reynaldo Benito Bignone. Al mismo tiempo, en el mismo mes de junio, la Armada y la Fuerza Aérea abandonaron la conducción de lo que se había autodenominado "Proceso de Reorganización Nacional".

El período iniciado con la derrota de Malvinas se caracterizó por una importante movilización social y un tipo de participación política de características novedosas, canalizado por movimientos sociales nuevos, como los organismos de derechos humanos. Otros actores sociales, como el sindicalismo, recuperaron presencia, mientras que los partidos políticos comenzaron sus intensos preparativos para las elecciones que tuvieron finalmente lugar el 30 de octubre de 1983. Ese día, Raúl Alfonsín, el candidato radical, triunfó con el 51,8% de los votos. Se abría así un período democrático que continúa hasta la actualidad.