Palabras de los guías en la entrega de diplomas (02.05.07)


No medimos el tiempo que dura este discurso, puede durar uno o diez minutos. Lo importante no es lo que dure, sino lo que diga. Porque tenemos cosas para decir. Porque tenemos cosas para decirnos.

Nos conocimos durante el taller de capacitación. Nos encontramos y escuchamos distintas experiencias sobre aquellos años 70. Los debates fueron enriqueciendo nuestra preparación como guías voluntarios. Las intervenciones de cada uno de nosotros empezaron a generar un grupo que decidió colaborar durante más de 30 días para que la Memoria no quede en el olvido.

En la muestra nos fuimos conociendo, empezamos a contarnos cómo llegó cada uno a Memoria Abierta, cómo se sintió a la hora de “mostrar la muestra”. Y encontramos compañeros que nos mostraron que no estamos solos que las diferencias existen y son necesarias para crecer individual y socialmente; para seguir las huellas de esas 30.000 personas desaparecidas por un grupo de genocidas sólo por pensar distinto (como el compañero Julio López que aún no sabemos dónde está); personas que construían un mundo más justo, más igualitario; tarea que emprendimos intentando recuperar los lazos de solidaridad que la Junta Militar socavó en su autodenominado “Proceso de Reorganización Nacional”.

De la práctica de guiar, nos llevamos los mejores recuerdos, como así también anécdotas que nos demostraron que aún falta muchísimo para que la sociedad toda vuelva a pensar su responsabilidad ética y civil cuando el 24 de marzo de 1976 la Junta Militar derrocó a un gobierno constitucional. Ser guías no es sólo ser agentes vectores de la Memoria Reciente y Abierta durante el período que duró la muestra, sino durante todos los momentos en que tocamos el tema con cualquier persona.

El golpe fue tan duro que la palabra política se convirtió en mala palabra. Quedó reducida a unos pocos que hicieron de las consignas de aquellos años frases de campaña, la profesionalización de la política se fue consolidando con una democracia que también quedó reducida a votar cada dos o cuatro años.
Queremos agradecer el espacio que nos dio Memoria Abierta, que se abrió a nosotros para que nos sumemos libremente como guías, que nos dio el lugar donde poder canalizar nuestras inquietudes y nuestro compromiso con la defensa de los Derechos Humanos y la búsqueda de Memoria, Verdad y Justicia.

Porque buscando Memoria, Verdad y Justicia descubrimos que está bueno saber que no importa la edad del compañero, la carrera que siga, el trabajo que desempeñe, su filiación política, si el mate lo toma frío o caliente, dulce o amargo, ya que lo importante es que participe de la ronda, que comparta sus ideas, que se preste al debate, que nos enseñe lo que no sabemos, que nos complemente en el recorrido haciéndonos ver lo que pasamos por alto, que nos cuente otras formas e historias de vida; en fin, que nos muestre que cada día somos uno más.

Porque es necesario mirar y conocer nuestro pasado para evitar los errores ya cometidos gritando: ¡NUNCA MÁS! Y para crear un nuevo mundo levantando las banderas de los caídos.

Con aciertos, con errores, con nervios, con dudas, entre todos pudimos construir un grupo de guías que seguramente buscará seguir unido para continuar trabajando. Para seguir recordando los horrores de la dictadura y sus consecuencias económicas, sociales y políticas.

Como guías esperamos que, más allá del resultado de las próximas elecciones en la Ciudad, la muestra siga creciendo, que la cantidad de público supere la de años anteriores, que el panel final siga duplicándose año a año y, por sobre todas las cosas, esperamos estar por encima de las especulaciones partidarias y de las políticas oportunistas. Porque nosotros hacemos política, pero a diferencias de algunos, no vivimos de la política, sino para la política.

Porque la lucha nos presenta compañeros y nos regala su amistad...

HOY NO NOS SALUDAMOS CON UN CHAU, SINO CON UN ¡HASTA LA VICTORIA!

30.000 COMPAÑEROS DETENIDOS-DESAPARECIDOS:
¡PRESENTE!
¡AHORA Y SIEMPRE!

Grupo de Guías Voluntarios de Imágenes para la Memoria, marzo-abril 2007, Memoria Abierta, Casa de la Cultura, Ciudad de Buenos Aires, Argentina.

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